Es interesante ver como con los años vamos renovando el estilo de nuestras casas, no a la misma velocidad que el armario «de temporada», pero sí que cambiamos las cosas. Especialmente en Navidad salen múltiples revistas con consejos para decorar tu casa en esta época…, que si ahora se llevan las bolas, que este año mejor las guirnaldas….. Y qué me dices cuando tienes niños! Todo cambia del cristal, porcelana… Al plástico, peluche, cartón, papel, lana y variados!
Yo he pasado de un árbol de Navidad con adornos en blanco y plata y muchas cosas de cristal a uno lleno de muñecos y mucho rojo! El año pasado el blanco ya me parecía soso y le colgué unas poinsetias rojas naturales con maceta y todo en tamaño mini que le daban un toque! La pega, había que regar!!!!!
Por qué tenemos esta necesidad de cambio? Nos aburrimos? Son los pequeños detalles de color o cambios de sitio lo que nos hace sentirnos más «a juego o en sintonía» con lo que sentimos en cada momento de nuestra vida o incluso en cada época del año? Renovarse o morir?
Ahora más que en nunca, en esta época, surgen infinitos mercadillos navideños donde podemos comprar casi cualquier cosa relacionada con la moda navideña para «renovarnos».
Cuelgo unas fotos de mi árbol navideño!