Hay lugares muy propensos a este tipo de «conversaciones» como los bares con música muy alta, un coche, un manos libres con una comunicación deficiente, una oficina ruiosa en la que todos hablamos a gritos….. En unos es más fácil que el otro no se dé cuenta de que no os estáis entendiendo!
Hay situaciones realmente ridículas en las que uno no tiene mas opción que reirse. Puede pasarte que en un taxi en Sevilla te pregunten con ese acento peculiar que cómo se va a la dirección que le has pedido que te lleve y contestas con un «si, si…» pensando que el taxista comenta lo que dicen en la radio…. y qué haces? él no te sabe llevar y tú pasas……. o también que te pregunten la hora por la calle y digas, no gracias!
Otra versión de lo mismo es cuando hablas sólo, no porque quieres que de eso hay mucho, sino porque nadie te escucha! Me refiero no a cuando eres un pesado y no te escuchan, sino a cuando cuentas algo por teléfono y no te das cuenta que «se ha cortado»… vaya, hablas sólo! O cuando la cobertura es tan mala que te inventas casi toda la conversación…. también en estos casos entran aquellos que hablan muy muy bajito al teléfono y tiendes que taladrarte la oreja para ver si así oyes mejor.., como si eso fuera a ayudar! Sólo consigues una oreja roja y caliente!
Un caso típico de esto que comento, es cuando te habla alguien completamente dormido! El otro día llegué a casa de una cena de empresa y al meterme en la cama mi marido me dice «si quieres empaquetar, empaquetalo todo pero si ha algo que se rompa, empaquetalo separado»…… qué cara se te queda? yo no tuve más remedio que reirme, eso sí, después de preguntarle varias vaces qué, porque no me enteraba!!!! Estuve riendome un buen rato! A la mañana siguiente no se acordaba de lo que soñaba, pero no está en nuestros planes una mudanza…..