El otro día en un blog que leo habitualmente, «criticaban» la existencia de los abrigos de verano porque siendo sinceros parecen poco útiles si tenemos en cuenta la finalidad del abrigo que es la de abrigar!
Una abrigo de verano puede ser de lana fría finita, de marca corta, de paño o tweed fino…. Normalmente por las telas, parecen más arreglados que los de invierno (o no, porque muchos de los abrigos de invierno arreglados resulta que no abrigan nada)….
Es cierto que en Madrid son poco útiles pues no vivimos el «entretiempo» y más si la tendencia es de salir y entrar de casa de día, pero son muy útiles para los que salimos de casa a las 7, vamos en transporte publico y volvemos a casa a pleno sol al medio día. Es la alternativa a ir como una cebolla por la mañana con miles de capas puestas y teniendo que cargar con ellas al medio día en el brazo! eso destroza a cualquiera!
Sin ir más lejos, si ayer por la mañana no hubiera cogido mi abrigo (para viajar a La Ponia) haciendo 2 grados, me hubiera puesto un abrigo de verano o entretiempo como yo prefiero llamarlos, no habría pasado excesivo frío esperando al bus, ni un calor insoportable en el metro que me mareaba y todo y no hubiera cargando al medio día con él con lo que pesa….y con lo que abulta! Qué incómodo!
Hay una amiga que odia los abrigos finitos y dice que para entretiempo lo ideal son las cazadoras, más o menos abrigadas…. Pero yo soy fan de los tres cuartos, no me gusta que se me suban las cosas cortitas y es más, me gusta llevar riñones y culillo tapados para no coger frío!
Le veo menos utilidad a los de manga corta porque tienes que ponerte, al menos en este tiempo, algo muy gordito por debajo y al final o cargas con lo de debajo o con el abrigo! Pero son muy graciosos para determinados estilismos! Me encantan en colores llamativos, muy justos, bien abrochados o con cinturón … Y debajo un legging con un vestido de punto de cuello alto con chaqueta amorosa y bailarina u oxfords!