La creatividad me hace ser poco convencional en algunas cosas. Me gusta ésta época del año que te da pie a hacer muchas cosas creativas, y muchas con los niños. Una de las cosas que ayudan a nuestra creatividad es el árbol de Navidad.
Me encanta los típicos abetos navideños bien decorados pero a falta de espacio y con niños pequeños a los que les gust toquetear, en casa hace años que hacemos cosas algo diferentes. Ya con el abeto hice alguna cosa distinta como poner flores de pascua naturales pequeñas colgadas, y aunque la verdad quedó muy bonito, era un poco de lío para regar!
Los dos primeros años que pudimos algo más fuera de lo común, fue un árbol de papel en la pared, decorado única y exclusivamente con adornos hechos en casa de papel. Podéis ver el de 2014 y el de 2013.
Despues y creo que no me he dejado nada entre medias, el año pasado pasamos a pintar un palet de madera y unas luces. Quedó muy bonito y fácil fácil, podéis verlo aquí.
Éste año ví la idea en una paseo por el campo; había habido tormenta y mucho viento días atrás y había muchísimas ramas de encina rotas por el suelo. Cogí unas cuantas que me parecieron bonitas y al coche con la cara de alucinado ya acostumbrado de mi marido y de los niños, flipando porque mamá se lleva a casa un montón de palos!!!!!
Han estado meses guardados en el trastero esperando el momento…. Tantas ganas tenía de sacarlas que he adelantado unos días la colocación del árbol, unos pocos sólo!
Así los colocamos….
Y así lo hemos decorado!
Tengo que que decir que de espacio ocupa lo mismo que el tradicional abeto, pero también es visualmente más ligero, lo que ayuda bastante en casas pequeñas.
Qué te parece? Te gusta? A los niños sí que les ha gustado!