Que haces con los caramelos que coges en la cabalgata de reyes? yo suelo ponerlos en una fuente de cristal en el salón al alcance de todos y los tiro unos meses más tarde, aunque antes, cuando los niños era más pequeños, los metía en un bote y no me acordaba de ellos hasta que hacía limpieza en la cocina o hasta el año siguiente!
Sin entrar en la polémica de si esos caramelos serían capaces de hacer brechas o sacarte un ojo, pensando que eso es sólo producido por el entusiasmo de los participantes que quieren responder a los vítores de algunos espectadores y lanzan con fuerza no para dar, sino para llegar más lejos, lo de los caramelos lanzados no termina de cuajar bien en el planteamiento….te pasas la cabalgata cogiendo caramelos del suelo y no miras a las carrozas; no lo ves? te cubres de los ataques y recoges las balas!
Pero hasta hoy, que he ido a coger un caramelo de esos, no me había nunca planteado el siguiente contrasentido: a los niños les decimos que no cojan caramelos de desconocidos….. y a los niños les insistimos que las cosas del suelo no se cogen! Pero les insistimos, año tras año, que lo mejor es ir a pasar frío a esperar a ver a los reyes, que te ataquen con los caramelos y que los cojas del suelo; les damos hasta una bolsa y les felicitamos por la gran cantidad de caramelos que han cogido del suelo!!!!
Vale que los reyes son magos y hay muy buena fe en eso de tirar caramelos, y vale que llevan papel y el papel no te lo comes pero, ¿no es habitual que los caramelos de la cabalgata estén durísimos? Pues recientes no son; y si como este año llueve, lo que menos puede pasar es que se queden pringosos y pegados entre ellos, lo que no es más que la reacción del azúcar al agua, por lo que a pesar del papel, que evidentemente no es impermeable, se han mojado y no con un agua concreta, sino con el agua de la lluvia si, PERO la lluvia que ya está en el suelo….
Por qué nos los comemos? Sin ánimo de chafarle esta tradición a nadie pero, te lo habías planteado alguna vez?
Vamos, que tal cual he cogido un caramelo, tras elegir uno que no estuviera pringoso, he pensado ésto y lo he tirado y mañana van todos los demás a la basura cuando los niños no me vean! Menos mal que a ellos no les da por comerlos!